«Lo tiene todo y todo lo entrega. La afinación es tan perfecta como su virtuosismo servidor de música. La voz, fresca, perfecta, diamantina, corre homogénea y segura por toda la tesitura, ahora más anchurosa en el registro medio. Los pianísimos, reguladores, mezza voce y filados son de la mejor factura»
«Ese control del fiato, -o sea del aire-, le permite jugar con las dinámicas y los matices de manera excepcionalmente fácil, conseguir finales de frase alargados, y construir filados de ensueño que parecen nunca acabar, dejando sin respiración, -valga la paradoja-, al estupefacto público, que una y otra vez contenía el aliento hasta tocar la línea del éxtasis, durante tantos eternos momentos sutiles.»