«El papel del Vizconde corrió a cargo, en su estreno en 1855, de una tiple y en este reestreno recayó en la soprano Irene Palazón, que bordó el papel, con un temperamento arrollador en lo escénico y una voz limpia, brillante, con gran facilidad para responder a las exigencias belcantistas, nada sencillas, planteadas por la partitura. Sin duda, la gran triunfadora, muy merecidamente, de la velada.»
«Irene Palazón (el Vizconde), arrojada en su valor, ardiente como enamorado de su prima Elena y de canto aplicado, resultó magnífica. También en su desenvuelta creación de la criada deslenguada de Gato por liebre.»
«La soprano Irene Palazón es una lírico-ligera bien coloreada, de emisión fácil y segura, sin problemas en la zona alta y aplomo en la media. Frasea con gracia e intención.»



